lunes, 2 de diciembre de 2013

Bemoles para lo que no hace falta

Quiero expresar en esta ocasión el disgusto que me causó la pasada semana el auto con el que el Juzgado de lo Social desestimaba la demanda de ejecución de sentencia de las cuatro empleadas de la Oficina de Recaudación de Los Barrios. Trabajadoras que llevan ya –¡se dice muy pronto!– dos años sin cobrar sus nóminas. Prácticamente desde que el señor Jorge Romero es primer edil del citado municipio y el Partido Popular gobierna en la Diputación.
Es verdad que dicho auto no cierra la puerta, sino todo lo contrario, a que estas empleadas puedan exigir los salarios que se les adeudan iniciando otro procedimiento de reclamación de cantidad. Pero resulta lamentable, muy lamentable, la circunstancia en la que se encuentran, de la que son culpables el señor Jorge Romero, por un lado, y los actuales dirigentes políticos de la institución provincial, por otro, por muchos balones que traten de echar fuera. Situación la suya –la de estas trabajadoras– que, además, se ve agravada por esa lentitud en el funcionamiento de la justicia de la que la jurisdicción de lo laboral tampoco se libra. Y menos aún en los tiempos que corren.
Veintitrés meses sin cobrar sus salarios, y aun así acudiendo a diario a su puesto de trabajo siempre que la salud y los ánimos no se lo han impedido, son muchos meses. La falta de sensibilidad de quienes tienen en su mano resolver o paliar el problema de estas trabajadoras resulta irritante. Y más irritante todavía que traten de escurrir el bulto responsabilizando a los anteriores dirigentes tanto del Ayuntamiento como de Diputación y, cómo no, al PSOE.
Muchos bemoles ha mostrado el alcalde de Los Barrios desde que ocupa el cargo, pero, eso sí, sólo para mandar gente al paro saltándose la legalidad  y para jactarse encima de ello, presumiendo como si fuera un gran mérito. Aunque muy pocos –bemoles, quiero decir– ha exhibido para ofrecer una salida digna a estas mujeres, que, supongo, son todas ellas madres de familia y deben estar pasando poco menos que un calvario. Y mucho marear la perdiz es lo que ha hecho la gente del PP, que va por ahí escudándose tras el manido argumento de la ruina que los socialistas dejaron como si ellos no hubieran gobernado en ningún sitio y no hubieran roto nunca un plato.
Sin embargo, lo indignante de este triste asunto es que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Los Barrios, encabezado por el señor Romero, se excuse en el hecho de que la empresa municipal de Recaudación, de la que estas trabajadoras dependen, se encuentra en concurso de acreedores. Y digo indignante porque las otras sociedades municipales también están disueltas y sometidas a proceso concursal y esto no ha sido óbice para que se les haya pagado a algunos de sus proveedores facturas por más de 4 millones de euros. Detalle éste, por cierto, sobre el que más de uno, a buen seguro, tendrá que ofrecer las oportunas aclaraciones donde corresponda llegado su momento.
Puedo entender que ni la Diputación ni el Consistorio barreño cuenten a fecha de hoy con disponibilidad presupuestaria para hacer frente a los doscientos mil euros que digo yo se necesitarían para saldar la deuda con estas empleadas. Pero lo que no me explico es cómo no hay ni en la institución provincial ni en la local nadie con la lucidez y la autoridad suficientes para, al menos, optar por la vía pragmática de facilitarles a las afectadas la carta de despido a fin de que puedan cobrar el subsidio por desempleo, mientras mantienen la esperanza de un pronunciamiento favorable del TSJA que las restituya en su puesto y les reconozca sus derechos, lo que, imagino, sería para ellas todo un alivio. Provisional, pero alivio a fin de cuentas.

La Verdad del Campo de Gibraltar, 2 de diciembre de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario