miércoles, 18 de diciembre de 2013

A oportunistas no hay quien les gane

Suena a burla, y no sin recochineo, que el alcalde de Los Barrios, el señor don Jorge Romero, se apunte a homenajear a las instituciones que a lo largo de los últimos años han estado implicadas en la lucha contra la violencia de género. Y digo esto porque es harto evidente que el objetivo de dicho homenaje –celebrado la pasada semana con motivo del Día Internacional que a la causa se le dedica cada año– para el primer edil barreño y sus adláteres no era otro que lucir en la foto y salir en prensa. No porque yo crea que las entidades homenajeadas no se lo hayan ganado. Todo lo contrario.
Para qué lo voy a negar, me toca los cataplines, y muy mucho, ver al señor Romero intentando apropiarse de méritos que no le pertenecen en lo que se refiere a tan loable labor. O, mejor dicho, aprovecharse de los de otros en su beneficio. Y lo mismo tengo que afirmar respecto de la señora Elena Andrades, su compañera… de partido, delegada de Servicios Sociales, todavía a día de hoy, si no me equivoco.
Me fastidia, me repatea el estómago, que sean los que han contribuido a cargarse, entre otras muchas cosas, el Centro de Atención a la Mujer, por ejemplo, que precisamente tenía entre sus cometidos colaborar en la erradicación de dicha lacra social, quienes se pongan en primera fila para organizar actos de reconocimiento de este tipo robando mezquinamente para sí un protagonismo que nunca les correspondió ni les corresponde.
Desde luego, ha de admitirse que en lo que se refiere a montar circos para llamar la atención y arañar votos engañando al respetable el señor alcalde y compañía son todos unos maestros consumados.
Por si hay quien lo ha olvidado el Centro de Atención a la Mujer, hoy desaparecido del mapa por obra y gracia del señor Romero y la señora Andrades, se puso en marcha en septiembre de 2000, en virtud de un convenio con la Junta de Andalucía, y estaba dotado con una trabajadora social y una asesora jurídica. Dos años antes de que se constituyera la denominada Comisión Local de Seguimiento del Protocolo de Coordinación para la Atención a las Mujeres Víctimas de Malos Tratos y Agresiones Sexuales, allá por noviembre de 2002, en un tiempo, todo hay que decirlo, en el que había más recursos y, por tanto, se podían implementar con mayor facilidad iniciativas para mejorar el bienestar de la ciudadanía.
Admito que puedo excederme y errar en mis apreciaciones, pero cualquiera con conocimiento de causa, y algo de idea sobre la historia reciente de este municipio, que no se deje llevar por el resentimiento y el fanatismo, convendrá conmigo que en el referido homenaje  faltó una mención, al menos, a la gestión que desde dicho centro se hizo y, por supuesto, a las personas que desde distintos ámbitos de responsabilidad trabajaron digna y eficientemente para que el mismo funcionase con resultados más que notables. Entre ellas, Yolanda Peinado, Estefanía Ruiz, Ángeles Ariza y Pilar Olivares, así como las trabajadoras adscritas al Área de Servicios Sociales que aún continúan en el Ayuntamiento y las que ya no están porque fueron despedidas.

Como estoy seguro de que el señor Romero y la señora Andrades ya le han cogido el gustillo a la cosa, lo que me extraña  es que esta última semana no nos hayan sorprendido también con otro homenaje de éstos, tipo paripé, que tan rentables resultan para granjearse la simpatía de la opinión pública. Sin ir más lejos, y conste que no se trata de ninguna insinuación, la reciente celebración el pasado miércoles del Día Internacional de las Personas con Discapacidad creo yo que les podría haber venido de perlas. En ese ámbito –el de la discapacidad– tampoco han hecho absolutamente nada. Por culpa de los socialistas, por supuesto, pero nada. A excepción de destruir, claro. Aunque ya se sabe que a estos del PA barreño a oportunistas no hay quien les gane… De momento.

La Verdad del Campo de Gibraltar, 9 de diciembre de 2013

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