lunes, 10 de marzo de 2014

Ni VITTA ni VITTI

Esta semana el alcalde de Los Barrios, Jorge Romero, realizaba unas declaraciones en las que pedía mayor celeridad al gobierno de la Junta de Andalucía en el otorgamiento de la autorización ambiental unificada para la inversión de VITTI. Cosa que he de decir me sorprendía, si bien no mucho. Y digo que me sorprendía porque se da la circunstancia de que quien precisamente ha solicitado a la administración autonómica la paralización del procedimiento para la concesión ha sido la propia empresa interesada.
Lo hizo, si mis datos no son erróneos, el pasado mes de enero y de ello dieron debida cuenta los medios locales y comarcales. Hasta en tanto no se resuelvan o sorteen los obstáculos administrativos derivados del planeamiento urbanístico de San Roque, por cuyo término tendría que discurrir una de las canalizaciones de la instalación de almacenamiento de combustible proyectada por la citada compañía holandesa, en caso de que finalmente la obra se ejecute.
De lo que deduzco que cuando dijo lo que dijo el señor Romero no estaba certeramente informado del asunto. O sí que lo estaba, pero, con todo, tenía el hombre ese día ganas de salir a la palestra.
Aunque lo que de verdad me sorprende es el cambio de opinión del hoy primer edil de Los Barrios en cuanto a la llegada y puesta en marcha de actuaciones industriales, independientemente del impacto que las mismas puedan tener en la salud de nuestro hábitat y nuestro entorno paisajístico. Como sorprende también el entusiasmo que muestra.
Lástima que no sostuviera igual parecer años atrás, allá por 2006, para apoyar el desarrollo de La Gertrudis que trató de promover el anterior equipo de gobierno con la construcción de un nuevo parque empresarial y la implantación en la zona de la multinacional LPC Group. Y digo lástima porque es muy probable que, de haberlo hecho, otro gallo nos habría cantado.
Por aquel entonces el señor Romero y su partido consideraban poco menos que una barbaridad la ubicación de una fábrica de papel reciclado, una planta para el acabado de productos farmacéuticos y un centro de investigación contra el cáncer, así como otras industrias de producción basada en tecnologías limpias no contaminantes, en el término municipal barreño, al lado de la A-381. Y, sin embargo, ahora estiman como genial la idea de colocar junto a la playa de Palmones una gasolinera gigante. Pese a que de instalaciones de este tipo –cuya presencia entraña riesgo y ofrece una rentabilidad sociolaboral más que dudosa– andamos ya sobrados en la bahía.
Lo que no dicen el hoy alcalde de Los Barrios y su partido es que la implantación del complejo de VITTI, VITTA, o cómo puñetas se llame, es posible gracias al actual PGOM, vigente desde 2008. El mismo PGOM, por cierto, a cuya aprobación se opusieron los andalucistas recurriendo a todas las triquiñuelas habidas y por haber que tuvieron a su alcance. Como la de presentar más de trescientas alegaciones, en su mayoría repetidas, a través de militantes, simpatizantes, allegados y familiares suyos, prácticamente el último día y en el último minuto, para retrasar y entorpecer el proceso de su entrada en vigor, por ejemplo.
Puede que haya quien no lo tenga claro, y es más que comprensible, pero un servidor sí. La iniciativa de los holandeses que tanto aplauden el señor Romero y sus compañeros de filas no me hace ni pizca de gracia.

A mí la única Vitti que me mola es (la) Mónica y la única Vita, la dolce, de Fellini…

La Verdad del Campo de Gibraltar, 10 de marzo de 2014

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